miércoles, 23 de octubre de 2013

El arte de abrir camino para el arte

                                             cortesía del Universal 
Entrevista a María del Socorro Pinzón

 “yo no pienso que el futuro va a ser mejor, pero si pienso que vamos a ser más sabios, esa es la salvación”

Por: Piedad Cordero Y Rosa Pineda 


En una casa de estilo colonial habitada de pinturas hechas por maestros que fueron marcando la historia en la ciudad de Cartagena conocimos a María del Socorro Pinzón, quien entre cuadros primitivistas, objetos de anticuario, y su presencia inmortalizada en un cuadro del maestro Jorge Elías Triana, nos puso a viajar por la historia de su vida. Esta mujer luchadora contrajo matrimonio por primera vez con el reconocido pintor Jorge Valencia Rey, mitad cartagenero y mitad chocoano y desde entonces fue una misionera de las causas de los artistas.
En la Calle cochera, cerca al hotel Santa Clara, en una casa de fachada azul que hace parte del encanto histórico de la ciudad - con un escudo a la entrada que simboliza la república checa-  encontramos a la encantadora María del Socorro en el lugar donde  también vivió el célebre pintor Jorge Elías Triana, su segundo esposo.
Esta mujer emprendedora, realizó sus estudios profesionales en Bacteriología, representó al Club Cartagena en el concurso señorita bolívar y fue docente universitaria. Esta cartagenera abierta y franca nos dejó conocer pasajes de su vida que son parte también de la historia artística y cultural de La Heroica. Muchas cosas nos contó de su vida privada que hicieron  el cuadro de una mujer expresiva y entregada a las causas del arte y la cultura. Para la primera edición de Hay sancocho presentamos esta versión de entrevista- de una serie realizada en el curso de periodismo cultural de la facultad de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Bolívar- que se proponen hacer un relato de la vida artística y cultural de Cartagena de Indias.

¿Cuéntenos quien es María del Socorro Pinzón?

-Una mujer luchadora que se caso con el pintor llamado, Jorge Valencia, Vivíamos juntos en Europa.   Jorge y yo decidimos regresar a Colombia, en ese momento yo me interesé por ayudar a mi esposo a vender sus obras, aunque no tenía experiencia como tal,  ya que había trabajado era como profesora auxiliar de  microbiología con el doctor Abel Dueñas Padrón y con Manuel Zapata Olivella, con quienes había tenido experiencias y momentos agradables.
Luego de pasar siete años en Medellín, donde habíamos logrado construir una pequeña galería  exactamente en el poblado,  nos vinimos  a vivir a  Cartagena en el año 1967, en esa galería de Medellín hacíamos pequeñas exposiciones todos los meses, mi esposo Jorge Valencia era el diseñador de una fábrica americana de diseño textil y diseño sintético.

¿Siempre le ha gustado el arte?

-Siempre he adorado el arte, el diseño, las buenas cosas entre ellas el buen vestir. Recuerdo que siempre mis amigas me buscaban para que las aconsejara sobre que vestido o ropa debían llevar en cualquier ocasión. Opino que tengo una gran percepción y gusto por el color, aun así sin haber estudiado  diseño de modas, pero a veces es de cuna lo que se sabe.
En la galería del banco ganadero impulsamos el arte durante ocho años, trayendo pinturas y visitas importantes de personajes tales como Manzur, Edgar Negrete y en general de una serie de pequeños coleccionistas. Alrededor del año 1973, hace aproximadamente 28 años, esta actividad fue encantadora para mí.

¿Qué recuerda de la ciudad de Cartagena en esa época?

-Recuerdo que en la ciudad de Cartagena ya existía el museo de Arte Moderno, pero era de carácter institucional, lo cual significaba que no se hacían exposiciones, la plaza de la aduana fue el lugar donde se formo la calidad artística y todo esto gracias al apoyo del Banco Ganadero.
La escuela de Bellas Artes para esa época no era universidad, a pesar de que la ciudad contaba con grandes profesores como Alfredo Guerrero, allí dejamos la galería montada y por iniciativa de mi esposo decidimos probar suerte en otra ciudad y junto con nuestros dos hijos Pedro y Andrés nos fuimos hacia la ciudad de Santa fe de Bogotá.
En esa ciudad contactamos a todas las personas que podían trabajar con nosotros después de hacer un análisis detenido y con la ayuda del Instituto de Cultura y de la Alcaldía de Santa Fe de Bogotá en 1981, se inauguró “la galería Santa Fe de Bogotá”, ubicándose hasta el año pasado en el planetario distrital, que es un lindo centro que tiene esa ciudad. Actualmente queda ubicada en el Barrio la candelaria.
Recuerdo que en esta galería empecé a hacer exposiciones de pintores jóvenes y se alternaban con pintores de mayor trayectoria. Gracias a Dios que mi esposo tenía buenas relaciones con la alcaldía de Santa Fe de Bogotá, María Paulina de López era la directora de cultura y con ella trabajé durante 7 años.
Luego de allí, me fui a trabajar a la Cámara de Comercio de Santa Fe de Bogotá, ya que el doctor Mario Gonzales Melo también me llamó para inaugurar una galería. Allí duré trabajando 5 años.

¿Cómo ha sido esto de promover el arte?

-Me ha tocado trabajar comenzando desde el principio, es decir “yo las cosas no las he encontrado hechas”. Me ha ido tocando formarlas y eso es muy importante para que los artistas crean en ti y tú respondas tanto por sus obras como por sus ventas.
¿Cómo era el arte cartagenero en la época que usted regreso a la ciudad?
-Era muy local y la idea era que fuera nacional, para esto hicimos un salón de artistas nacionales en el centro de convenciones, la premiada fue Viviana Vélez, que aunque era una artista empírica le ha dado un buen nombre a la ciudad de Cartagena.

¿Qué es para usted la cultura?

-Es una producción interior, es un reflejo de lo que la persona sabe y quiere hacer en el arte, porque hay personas muy cultas pero en muchas ramas, pero la cultura debe ser  algo general, esto lo tienen muy pocas personas.

¿Cómo ve usted el tema del emprendimiento en la ciudad?

-Tiene muchos Altibajos en esta ciudad ha faltado una conciencia cultural profunda porque aquí creen que es cultura el folklor, y el folklor es parte de la cultura. Ya eso vendría siendo idiosincrasia en uno. No hay una enseñanza progresiva ni concreta de la cultura en general. Ya que tenemos muchas personas que fueron muy importantes que con el paso del tiempo se van olvidando.

¿Cuál es la base de la cultura según usted?

-Es aprender a formar personas que propaguen el arte y así mismo se sientan satisfechas con lo que conocen relacionado con la cultura.

¿Cuál sería un ejemplo de persona con cultura general?

-Eduardo Lemaitre, quien manejaba el tema de la historia y la pintura.

¿En su opinión cual es el medio más idóneo para convocar la cultura en esta ciudad?

-No puedo dar nombres ahora, pero si tenemos un periódico con un gran periodista que tiene una página cultural, diría que eso no lo tiene ningún otro periódico en Colombia. Además hay una emisora muy popular.

¿Usted cree que se puede hacer empresa desde la cultura?

-claro que si, la cultura abarca todo. Un ejemplo de esto es la empresa de Gloria Triana que desde hace 30 años se ha destacado por traer grupos de Cuba, Buenos Aires.

¿Usted en ocasiones se nombra la mujer de las casualidades? ¿Por qué?

-si, por que me encuentro con alguien y me dicen: María del Socorro te estaba buscando, lo que pasa es que me gusta ayudar mucho y eso le agrada a la gente.

¿De qué manera lee usted otras realidades como gestora cultural, y como vive la realidad social de la ciudad?

-Aquí en Cartagena falta mucha cultura en todo sentido se debe empezar por enseñar hasta a las amas de casa sobre la cultura.

¿Dónde piensa usted que están las salidas de los problemas de la ciudad?

-En la cultura y el deporte, deben colocarse en práctica. El museo de Arte Moderno tiene  una recopilación muy circunscrita a pocos pintores y no tiene una obra de gran transparencia. Acá se centran en el turismo. Por ende, el Instituto de Cultura y Turismo puede hacer mucho mas elevando el nivel de participación de las personas para  hacer cultura ciudadana.



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